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miércoles, 1 de abril de 2015

El monje sin cabeza



Una de las leyendas más difundidas en toda Latinoamérica y que hace parte del folclor en varios países, es la del "monje sin cabeza".


Cuentan que posiblemente sea un religioso de la época colonial, y que se le llega a ver, en las noches de procesión en Semana Santa, penando por su muerte… que no se sabe si se debió a una injusta condena, un mártir tal vez, o por el mal proceder del monje, con mujeres o riquezas o herejía. Lo que si se dice, es que sale al paso de quienes abandonan las procesiones religiosas, y ya la pavorosa presencia de un hombre vestido con hábito, pero acéfalo, persuade a los feligreses de continuar en la marcha hasta el final, rodeados preferiblemente de gente… gente viva.

En otras ocasiones, se cuenta, aparece en sitios religiosos, clamando ayuda o cuidando los templos, donde puede haber algún tesoro enterrado. Se sabe de su presencia al escuchar una campanilla, con un sonido sordo, de ultratumba, que porta en su mano, como anunciándose…



Ya saben si escuchan el ‘tilín-tilín’, oscuro y tenebroso de una campanilla.

¿Has escuchado esta historia o lo has visto tú mismo(a)?



En España también se escucha hablar sobre la fantasmal aparición de un cura decapitado, posiblemente de la época de la inquisición.


Se cuenta que durante la Semana Santa, hombres y mujeres, pecadores y desinteresados por una vida espiritual, escuchan un canto maravilloso, que al querer saber su procedencia, terminan frente al portón de un templo. Al cruzar el portón entran a un gran salón y al frente una capilla donde se canta melódicamente una misa en latín. Cargados con el remordimiento de sus pecados se quedan oyendo atentamente el canto, hasta la hora de la consagración, cuando el cura da el frente y se ve sus manos levantadas, llenas de sangre, y sin cabeza.


Se dice que las personas salen despavoridas de aquel lugar fantasmal, y que por varios días perdían el habla, hasta que poco a poco se iban recuperando, cambiando para siempre su estilo de vida mundano.




Otras historias.



En México se cuenta que en las inmediaciones de la Parroquia de Santiago Apóstol, en la ciudad de Tonalá (Estado de Jalisco), hacia la media noche, los trasnochados caminantes pueden distinguir la figura espectral de un hombre de sotana, pero sin cabeza. Se atribuye a un sacerdote que fue colgado en la calle Pedro Moreno, en el centro de la ciudad.


En Colombia, al norte de la región Andina, se cuenta de un monje sin cabeza, o que bajo la capucha del hábito se puede distinguir una calavera. Las personas que tienen un encuentro con este espectro, pierden la cordura.

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