Los
Muiscas, eran una población que pertenecía al grupo indígena de los Chibchas, y
que desde el siglo VI a.C., habitaron en la zona central de Colombia. Según una
leyenda Muisca, contada por los Chyquy (sacerdotes) del Cacicazgo de
Bacatá, el famoso salto del Tequendama, ubicado en el actual municipio de
Soacha, Cundinamarca, se formó por acción de Bochica. La leyenda cuenta así.
Huitaca,
una hermosa muchacha, diosa de la lujuria, rebelándose a las enseñanzas de Bochica,
el dios bienhechor, incitó a los Muiscas a vivir una vida en medio de placeres
mundanos. El juego, el goce carnal, la pereza, la borrachera, las fiestas,
fueron las malas enseñanzas que Huitaca dio a todos los hombres. Este
comportamiento del grupo de indígenas, molestó en mucho al dios Chibchacum,
quien era el protector del pueblo, de los labriegos y los comerciantes. Fue tal
la ofensa que sintió Chibchacum, que decidió castigar a los hombres mandándoles
una inundación que cubrió toda la sabana. Crío dos ríos el Sopó y el Tibitóc,
desbordando sus aguas hasta que la gente ya no pudo vivir más ahí, perdiendo
sus cultivos y muchos de sus animales, que murieron ahogados. El duro castigo
de Chibchacum, abrumó el corazón de los hombres, que buscaron en Bochica su
salvación.
Huitaca, mitología Muisca. Escultura de Julia Merizalde Price |
Los Muiscas de la Sabana invocaron a Bochica, pidiendo
protección contra la maldición de Chibchacum, que había llamado un diluvio que
inundo las tierras. La comunidad dio ofrenda en el templo de Bochica,
sacrificios y ayuno le fue ofrecido, clamando por su ayuda. Cuenta la leyenda,
que Bochica atendió los clamores y una tarde mientras los Muiscas adoraban al
sol, escucharon un estruendo en el cielo, formándose un arco gigante de
colores, donde apareció un demonio con figura humana, que representaba al dios
Bochica. El dios convocó a todos los caciques y sus súbditos ante él,
anunciando que sus plegarias habían sido escuchadas. Bochica, que portaba en su
mano una vara de oro, la lanzó contra un muro de rocas que formaban el cerco
donde se batían impetuosas las aguas anegadas, abriendo un camino, por donde
corrieron, desde entonces hacía un abismo… Así las tierras fueron liberadas de
la inundación y los hombres volvieron a cultivar y criar animales. La acción de
Bochica originó el Salto del Tequendama.
Bochica, creando el Salto del Tequendama |
Pero
Bochica, ante el castigo severo que impuso Chibchacum a los hombres por sus
ofensas, le castigo a él a la vez. La tierra que antes estaba sostenida por
cuatro guayacanes, ahora iba a ser sostenida sobre los hombros por Chibchacum.
De esta manera los Muiscas explicaban los temblores de tierra, diciendo que
cada vez que se sacudía la tierra en un temblor, era porque el dios Chibchacum,
pasaba su carga de un hombro a otro.
Huitaca
también recibiría un castigo por parte de Bochica (otros dicen que por parte de
Chibchacum), fue obligada a tener una vida nocturna, además de transformar su
rostro en el de una lechuza. Otros cuentan que subió hasta el sol para casarse
con él, pues al hablar de Huitaca, se habla de la misma Bachué, la luna.
Esta es
pues la historia que explica la formación del salto del Tequendama, y que ya
tratamos, cuando se habló de la Mansión del Salto y su fama como sitio
embrujado, en nuestro blog "Viajes ZONA D".
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